Nuevos inventos de Taiwán apuntan a beneficiar la salud

El Instituto de Investigación de Tecnología Industrial de Taiwán, al noroeste de Taipei, jugó un papel vital en la transformación de la economía de la isla, para generar un modelo intensivo de mano de obra de alta tecnología industrial. Los nuevos inventos lanzados apuntan, en especial, a beneficiar la salud de la población de la tercera edad.



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TAIWAN (Nacha Sánchez, enviada especial).- En la ciudad de Hsinchu se encuentra el Instituto de Investigaciones de Tecnología Industrial que revolucionó la historia económica de la República de China desde su fundación, en 1973. Financiado por el Gobierno, se le atribuye la mayor parte de los créditos por el rápido posicionamiento de Taiwán entre los líderes del mundo en industrias de tecnología informática y de comunicaciones, entre otros sectores de alta tecnología. Se trata de un centro de investigación multidisciplinario con grandes esfuerzos en tecnología biomédica, de comunicaciones, fabricación de sistemas y energías y de tecnologías para el mejoramiento del medioambiente.

Ahí se generan alrededor de 2.000 patentes al año, lo que implica un promedio de 5 patentes diarias. Cuenta con un laboratorio abierto, que ofrece al investigador toda la infraestructura necesaria para desarrollar su idea sin tener que radicar fuertes erogaciones, y un centro de incubación para industrias de alta tecnología, que proporciona los soportes necesarios a los interesados, desde consultas, relaciones industriales, patentes y servicios jurídicos. Varios de los nuevos inventos fueron premiados recientemente y la mayoría de los mismos apunta a beneficiar la salud de la población de la tercera edad, con equipos que evitarán pérdidas de tiempo y el traslado innecesario del paciente.

Una de las invenciones que revolucionará el área de la salud pública se refiere a un pequeño equipo que permite detectar en segundos, con una sola gota de sangre, todo el listado de afecciones que pueda padecer la persona, desde cáncer, asma o infecciones intestinales, entre otros, sin necesitar de perder los dos o tres días exigidos hoy por los laboratorios clínicos. A ello se suma otro descubrimiento para la regeneración del cartílago articular así como la creación del estetoscopio electrónico, que permite transferir a la computadora en forma inmediata los datos que el médico va obteniendo del paciente, sin necesidad de escribirlos. Lo mismo ocurre con el electrocardiógrafo manual, que también puede detectar al instante el estado real del músculo cardiaco.